Lo que debes saber sobre el despido procedente: sentencia y claves como empleador

El despido procedente es un proceso regulado que permite a una empresa finalizar la relación laboral de forma justificada y conforme a la legislación vigente. Sin embargo, para que un despido sea considerado procedente, deben cumplirse ciertos requisitos legales y formales.

En este artículo, te explicamos en detalle qué es el despido procedente, cuáles son sus diferencias con otros tipos de despido, las causas más comunes, la sentencia judicial que lo determina y qué consecuencias tiene para empleadores y trabajadores.

¿Qué es un despido procedente?

Un despido procedente es aquel en el que la empresa demuestra que existen causas justificadas para despedir al trabajador y además ha seguido los requisitos legales correspondientes.

No es la empresa quien declara el despido como procedente, sino un juez. Tras analizar las circunstancias, el juzgado determina si el despido cumple con las condiciones establecidas por ley.

Ejemplos de despido procedente

    • Despido disciplinario procedente: Un trabajador que comete faltas graves, como hurtos o desobediencia.
    • Despido objetivo procedente: Extinción del contrato por causas económicas, organizativas o técnicas que afectan a la empresa.
    • Despidos colectivos (ERE): Cuando se produce una amortización de puestos por dificultades económicas o reestructuración.

Diferencias entre despido procedente e improcedente

La diferencia clave radica en la justificación y formalidad del despido:

Despido Procedente

Despido Improcedente

Existe una causa justificada y demostrable.

No se puede demostrar una causa válida.

Se han cumplido los requisitos legales.

Falta de argumentos o errores en el proceso.

No siempre se tiene derecho a indemnización.

El trabajador tiene derecho a indemnización o readmisión.

Cómo se justifican las causas de un despido procedente

Las causas más habituales que pueden llevar a un despido procedente están recogidas en el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores y son las siguientes:

1. Despido disciplinario:

    • Faltas de asistencia reiterada sin justificación
    • Desobediencia o indisciplina en el trabajo
    • Acoso, insultos u ofensas verbales o físicas
    • Hurto o robo en el lugar de trabajo
    • Embriaguez habitual que afecte negativamente al rendimiento

2. Despido objetivo:

    • Causas económicas: Pérdidas continuadas o insuficiencia financiera.
       
    • Causas técnicas u organizativas: Adaptaciones en los procesos productivos que implican amortización de puestos.
       
    • Disminución del rendimiento del trabajador de manera continuada.

3. Despido colectivo (ERE):

Extinción de contratos que afecta a un número significativo de trabajadores en un periodo de 90 días.

Sentencia y procedimiento para declarar un despido procedente

La declaración de un despido procedente no puede ser unilateral por parte de la empresa. Si el trabajador impugna el despido, será un juez quien determine si cumple con las causas justificadas y los requisitos legales.

 

Pasos del procedimiento judicial 

  1. Impugnación del despido: El trabajador dispone de 20 días hábiles para acudir a la vía judicial.
     
  2. Evaluación de la causa: El juez revisará los hechos probados y analizará si se han cumplido los requisitos legales.
     
  3. Sentencia: El fallo judicial podrá declarar el despido como:
    • Procedente: Se confirma que el despido está justificado.
    • Improcedente: La causa no es válida o hubo errores en el procedimiento.
    • Nulo: Vulneración de derechos fundamentales.

Indemnización y finiquito en un despido procedente

Indemnización

    • En un despido disciplinario procedente, no corresponde indemnización.
       
    • En un despido objetivo procedente, el trabajador tiene derecho a una indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.

Finiquito

Independientemente del tipo de despido, el trabajador tiene derecho a recibir el finiquito, que incluye:

    • Salario pendiente de los días trabajados
    • Pagas extras no abonadas
    • Vacaciones no disfrutadas
    • Horas extras acumuladas

Derecho a paro en caso de despido procedente

El trabajador tiene derecho a cobrar el paro tras un despido procedente, siempre que haya cotizado al menos 12 meses en los últimos 6 años y esté inscrito como demandante de empleo. La prestación por desempleo dependerá del salario percibido y del tiempo cotizado, tal como establece la normativa vigente.

Cómo evitar errores en un despido procedente

Como empleador, es fundamental seguir los requisitos legales y respetar el proceso formal para evitar que un despido sea declarado improcedente:
 

    1. Comunicar el despido por escrito, detallando las causas.
       
    2. Respetar los plazos de preaviso en caso de despidos objetivos (15 días).
       
    3. Asegurarse de que las causas sean demostrables con pruebas documentales o testigos.
       
    4. Ofrecer la indemnización correspondiente si procede.

Conclusión

El despido procedente es un proceso regulado que permite a los empleadores finalizar un contrato laboral de manera justificada y legal. Entender las causas, los requisitos y las consecuencias legales es esencial para evitar problemas en la tramitación del despido.

En Gestymas te ayudamos a gestionar con total seguridad y cumplimiento legal. Nos encargamos de todo el proceso, evitando riesgos y protegiendo los intereses de tu empresa con un asesoramiento cercano, eficaz y adaptado a tus necesidades.

Preguntas frecuentes sobre el despido procedente

¿Qué es un despido procedente?

El despido procedente es aquel en el que la empresa justifica legalmente las causas del despido y cumple con los requisitos formales exigidos. Solo un juez puede declararlo procedente.

¿Cuáles son las causas de un despido procedente?

Entre las principales causas del despido procedente destacan:

    • Incumplimientos graves del trabajador (faltas de asistencia, robo, desobediencia).
    • Causas económicas, técnicas u organizativas de la empresa.
    • Despidos colectivos (ERE) por problemas estructurales.
¿Qué diferencia hay entre despido procedente e improcedente?

En un despido procedente, las causas están justificadas y el proceso es legal. En cambio, un despido improcedente ocurre cuando no hay motivos válidos o existen errores en el procedimiento.

¿Hay indemnización en un despido procedente?

Depende del tipo de despido:

    • Despido disciplinario procedente: No hay derecho a indemnización.
    • Despido objetivo procedente: Se recibe una indemnización de 20 días por año trabajado, hasta un máximo de 12 mensualidades.
¿Qué ocurre si el despido no es procedente?

Si el despido no se declara procedente, puede considerarse improcedente (con derecho a indemnización o readmisión) o nulo (obligación de reincorporar al trabajador y pagar los salarios de tramitación).

  1. ¿Qué diferencia hay entre una modificación individual y colectiva?
    • Individual: Afecta a un número reducido de trabajadores y se comunica directamente a cada empleado.
    • Colectiva: Impacta a un grupo más amplio (10 o más trabajadores, dependiendo del tamaño de la empresa) y requiere un período de consultas con los representantes de los trabajadores.

Hablemos sin compromiso.

Por favor, activa JavaScript en tu navegador para completar este formulario.
Casillas de verificación